La región caribe está sumergida en una inestabilidad institucional producto de las rivalidades enfermizas entre las casas políticas de los diferentes departamentos, es tanta la ambición por el poder, que realmente estamos muy lejos de tener mandatarios que prioricen el mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad costeña.
Si nos remontamos a los últimos 20 años, vamos a encontrar que diferentes gobernadores tienen antecedentes con la justicia y las entidades de control, en estas dos décadas ya son 25 los mandatarios departamentales condenados y/o inhabilitados, algunos casos durante sus gobiernos y otros luego terminados sus periodos como administradores públicos.
Querer gobernar cualquier departamento de los 7 que integran la costa atlántica colombiana, se ha convertido en un calvario y la verdad es que no se visualiza una luz al final del túnel.
Pero entremos en detalles, ¿como es realmente el modus operandi? La dinámica no se trata de veedurías ciudadanas para denunciar actos de corrupción, como se le viene a la cabeza a cualquier ciudadano de bien al momento de nombrarle la palabra OPOSICIÓN.
El camino comienza a ser turbio desde las mismas contiendas electorales, en esta región se acabaron las competencias políticas llenas de propuestas para darles soluciones a la ciudadanía, acá lo que prima es el poderío económico y la infraestructura de “Seguridad” de cada candidato, durante las campaña son más que evidentes las avanzadas ostentosas con sus respectivos esquemas de protección, como si estuvieran en una guerra, ¿y las propuestas? Te mandaron saludos Rami.
Gane quien gane, el perdedor siempre va tener ventaja para emprender el modus operandi, ya que es de su conocimiento que el gobernante llega con el firme propósito de pagar lo que le debe a los grandes inversionistas (por esta sencilla razón los mandatarios no contratan las obras que se necesitan, si no el proyecto que más deje efectivo para pagar).
Estos inversionistas de “buena fe”, son económicamente fundamentales para el tremendo andamiaje durante los 6 meses de “campaña”, siii, leyeron bien, en estas tierras se arrancan mínimo 3 meses antes los procesos electorales.
Hay que sumarle a esta notoria ventaja, que definitivamente existe una infraestructura mediática que cuenta con unos “periodistas investigativos” y con todas entidades de control y fiscalización a nivel nacional, que para serles completamente sincero, cada vez son mas prepagos, es impresionante como estos y que “periodistas” repiten y repiten una mentira hasta que la transforman en una verdad ante la opinión pública, y ni hablar del caso puntual de la Fiscalia General de la Nación, cuando hace algunos años legalizaba bandas criminales que no existen con el fin de abrir procesos y capturar mandatarios, como dicen en mi tierra cuando arrancan esas cacerías de brujas: “yo se que me voy acostar tranquilo, lo que no se es si me van levantar para un allanamiento”.
El tiempo pasa, vemos y leemos las noticias, todos sabemos que las supuestas bancrim no existen, pero ves a tus coterráneos felicitando y aplaudiendo a esa infraestructura prepago por estar a fin con sus “intereses políticos”, que importa si el desarrollo se entorpece, que carajo importa el bienestar de miles y miles de familias, si estoy dejando por fuera del escenario político a mi adversario, ese que no me deja saciar mi obsesión de poder.
No puedo comenzar mi reflexión sin mencionar casos puntuales de canibalismos político en el caribe, en Córdoba, 2 de los últimos 3 gobernadores han sido procesados y condenados, en el César, 3 de los últimos 6 gobernadores han sido procesados y condenados, y para finalizar por mi bella Guajira, de los últimos 8 gobernadores, 7 fueron procesados, 5 condenados, 2 más estaban prófugos pero 1 se acaba de poner a disposición de las autoridades competentes.
Como pudieron leer, no tengo dudas sobre lo corrompido que esta nuestro sistema electoral y mucho menos de que se necesita una reingeniería para evolucionar en la metodología por la cual elegimos a nuestros gobernantes, yo particularmente estoy más que convencido de que el voto obligatorio sancionado por ley puede ayudar a desmantelar estas organizaciones de politiqueros temporales, porque ni para eso dan, les cuesta mantener la careta puesta 24/7 mientras no están en campaña.
Jose Ramiro Celedon Ucros
CEO Ojo Pelao’ Magazine