Mirando las redes sociales me encontré una campaña de expectativa denominada ‘Ojo Pelao’, me causó mucha curiosidad y preguntando entre mis amigos supe que la lideraba uno de Barrancas, José Ramiro, a quien le llamé inmediatamente porque me parecía interesante; me dijo que ‘Ojo Pelao’ era una vía para manifestar opiniones sobre temas de actualidad y generar un espacio para debate crítico dentro de la sociedad. Le pregunté si podía participar y ¡Oh, sorpresa!, me manifestó que estaba por ubicarme y que me tenía de primero en la lista para que lo acompañara en este ejercicio, obviamente le dije que sí.
Gracias por la oportunidad, y empiezo por poner todo en manos de Dios como todos los proyectos que uno debe emprender.
La opinión publicada, cada vez más lejos de la opinión pública.
El manejo de la información hoy en día y su divulgación a través de redes sociales y otras plataformas digitales, se convirtieron en un servicio a la humanidad, cumpliendo con un papel destacado en la formación de la opinión pública dentro de las sociedades democráticas, lo que implica adquirir un compromiso ético con los intereses comunes del público. Pero el incumplimiento de este compromiso, genera una polarización que incluso, concibe una violencia que se va carcomiendo el tejido social, hilvanado con delicados hilos; por lo que debemos ser muy cuidadosos, ya que, lamentablemente, los “fake news” (noticias falsas), son como los rumores, llegan primero que la verdad, con el agravante que quien accede al ciberespacio, quizás piense que una noticia es verdad solo porque está en Internet o porque un amigo se la envió, lo cual puede llevarlo a arraigar como ciertas hasta las historias más descabelladas. Alguien que recibe mensajes con cierta “noticia”, rápidamente lo reenvía a sus contactos, sin confirmar si la historia es cierta y sin pensar en cómo esto puede afectar a terceros. Puede que sólo quieran llamar la atención o ser los primeros en dar una noticia, sin importar lo que se pueda desencadenar. Sin duda, la prudencia y sentido común escasea mucho en estos tiempos.
Amigos de “Ojo Pelao”, cada día hay más temas ‘sensibles’ y debatibles en nuestra sociedad y cada día nos volvemos más apasionados y disponemos de más medios para defender nuestras convicciones. Debemos discutir y brindar nuestras opiniones con respeto y bien argumetados de lo contrario sería jugar con la ignorancia y caer en una distorsión de la realidad social, espantando con esto la conciencia colectiva, pues no es lo mismo la opinión pública, que la opinión publicada.
Hoy, en tiempo de pandemia, necesitamos estar unidos durante la crisis. Los distintos actores comunican diferentes mensajes a la ciudadanía. Políticos, líderes, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, expertos, activistas comunitarios y organizaciones internacionales responden a esta eventualidad desde sus áreas. Sin embargo, la falta de congruencia o unidad en los mensajes causa confusión y debilita tanto la confianza como el impacto de la comunicación esencial en situaciones de crisis. La ciudadanía debe saber filtrar el “ruido” que genera la publicación y envío masivo de información falsa y/o verdadera respecto a determinado tema, y basados en un criterio sensato, elegir en quién confiar y qué información considerar importante. Por lo cual, los medios de comunicación y gobiernos deben hacer un esfuerzo adicional concertado para mantener centralizada la recopilación y difusión de la información, coordinando el acopio de la información de diversas fuentes en un sólo punto, y luego designando como portavoces a una o dos personas con suficiente prestigio y experiencia para tener credibilidad.
No hay se nos olvide y no me entutelen lo que dicen las sagradas escrituras: “El ingenuo cree todo lo que le dicen, pero el prudente piensa cada paso que da” (Proverbios 14:15)
Misael Velasquez Granadillo
Abogado / Ex Alcalde de Fonseca La Guajira