YO SOY UNA ETERNIDAD: RITA FERNÁNDEZ PADILLA

Si siguiera contando ¡Que Momentos! En su segunda parte, les contaría que después de recibir dos hermosas yucas como regalo, de Fénix de Jesús para Rita, hablar y cantar con Adrián sus canciones y las de Rita; después de comer patacón y bollo de mazorca con queso hasta quedar saciados, nos fuimos a dormir a @LaCasaDeLaGuelita, un lugar precioso que ha ido acondicionando @Rosapperaltam a descansar, para madrugar a ver el amanecer que es uno de los atractivos de @LaPeñaLaGuajira. A las 4:00 a.m sacamos leña del patio, con la ayuda de mi esposo Nelson Pimienta, mi incondicional y Ocha, luego llegó Adrián con el ahijado y dejamos a los hombres en esa labor y pusimos la olla del café, con agua y jengibre, para que le extrajera el sabor picantico, luego echamos de mi Café Parrando’s que me trajeron mis amigos Juan Carlos y Eliana de Washington, después que lo llevaron de Pereira, hasta el momento, uno de los dos cafés más deliciosos que he probado en mi vida. Por eso me lo traje para compartir con estos amigos tan queridos. ¡Listo el café y lista la fogata!  le pusimos serenata a Rita, María Clara y Martha, con Sombra Perdida https://getsnap.link/7DTanmqfCQF?share_arg3=com.whatsapp

Rita, levantate (sin tilde), o te vai a perdé de un cielo colmado de estrellas, de esta mañanita de invierno. Lo mandamos a hacer especialmente para ti. Rita salió al momento, vimos el cielo que parecía de junio en octubre y en invierno y nos fuimos para la fogata que ya estaba en su punto, se unieron Juan, Richard y las Melisas, que fueron despertados por Adrián Pablo y llegó Leo Bermúdez, con guitarra en mano, que mañana tan espléndida, el sol al salir se lució y no sé cómo hacer para convertirme en sus ojos y que ustedes puedan ver lo que nosotros vimos, eso fue un… WOW! Como describo esos colores, eso matices de rosado y gris tenue, cuando apenas se despedían las sombras de la noche, y luego, el fulgor del rosado intenso con naranja vibrante por el este y allá en el oriente los bordes plateados de hielo de la sierra nevada bordeada de un dorado intenso y unos minutos más tardes la sierra se torna rosada por unos cinco minutos, que si no lo tomas ahí, te lo pierdes, luego va quedando despejada y muestra todo su esplendor contrastando colores desde el verde invierno, hasta el plata hielo de los picos Colón y Bolívar, creo que nada es igual.

Hablando de esa hermosura sale Adrián con el cuento del hombre que se casó y el día de la boda se peleó con la esposa y la esposa con el tiempo se entiende con el vecino de atrás y con él tiene sus hijos y todo, pero vive con su esposo. Así es la Sierra, ella es de Santa Marta, pero solo de apellido de vida porque disfruta y tiene hijos es con el César y La Guajira, ellos que la tienen cerca, no disfrutan de lo que nosotros teniéndola más lejitos. Nos reímos del “Chiste” genial de Adrián.  Cantamos… Empezó Leo con un bolerito como para entonar, luego esa canción bonita de Leo que tanto me gusta y que no sé por qué, no da agravar sus canciones, él y Adrián componen porque son compositores, no para que les graben. Bueno ya viene un trabajo que llevan sus añitos realizando y está quedando lindo.

– Adrián como así que están haciendo un documental de tu vida y este equipo no ha escuchado La Ruta Del Reencuentro?

– Vamos a cantalo pue’. Aprovechemos que tengo este trío de coristas.  Ya había llegado Vicky que se había quedado rendía.

Cantamos La Ruta… mientras Juan, Richard y las Melisas grababan, Y ahí mismo Adrián cantó la canción del vídeo de la Canción Como Me Voy A Olvidar, que esperamos tener en plataformas pronto, ya hablaremos de eso, en otra crónica. Y finalmente Leo nos acompañó con la guitarra y Adrián y yo le hicimos coros a Rita en mi favorita Sombra Perdida y aquí doy un giro para contarles como desglosamos con Rita está joya de la música vallenata, le pedí a Rita que habláramos de ella

La canción lo dice todo, todo, todo. Eso no es más que cuando tú conoces a una persona y de pronto pudiste conocer realmente que la persona no es, como creías que era. Entonces miras cómo tus sentimientos, cómo tú capacidad interior te permiten salir al sol y poner ese sentimiento y convertirlo en una sombra que se va, que la tiras a que se perdiera, ni siquiera es sombra porque al menos la sombra está ahí, pero esa es una sombra que pasa y ya no está.  Esa no es como la sombra de un árbol, sino como la de una nube pasajera, porque tú ves la sombra De un árbol y mientras esté el sol te cobijas con ella, está no.

– Es muy sesuda esa canción. Le expresé

No escribo mis letras porque me proponga que la gente tenga que pensar, pero a veces salen así… siguiendo con La historia de Sombra, yo empiezo a decir, quien fuiste tú para mí, un grito que se ahogó en la distancia… uno grita por algo, de dolor, de emoción, pero se ahogó, murió, luego digo un sol que murió con la tarde, el sol es algo grande, el sol imagínate y por muy sol murió con la tarde, o sea lo maté… Un Cielo Colmado de estrellas en noches veraneras fuiste, tu para mí, ¿que será más hermoso que un cielo estrellado? Pero dice Fuiste, ya, ya no es ni sombra. Ahí te lo dije todo. Y luego tengo el coraje para decirle, tú Fuiste el ave de paso que vino a posar en mi vida, hoy solo eres sombra perdida vagando, en recuerdos de ayer, ni siquiera hoy, de ayer. ni creas que te estoy recordando, ya eso es de ayer. ¡Ya no es!  Es una forma inofensiva, elegante de despedir a esa persona…

¿Y le dolió Rita?

– Mucho, pero no hubo manera, cuando las sombras pasan, se olvidan…  Nunca había analizado esta canción con un periodista.

– Pero que dicha!! Dije realmente emocionada, que privilegio pensé

Fíjate que después digo, ¿Quién tú serás al volver? O sea, ¿qué es lo que estás pensando? ¿Qué estás buscando, si tú no tienes nada que buscar? Hoy quieres regresar a mi vida, diciéndome cosas bonitas, hoy quieres que alumbre la luna como en aquellas noches nuestro amor alumbró, fíjate tú, ya ni siquiera la luna alumbraba, ni siquiera se asomaba a alumbrar ese sentimiento…  ¡Prefiero sentir ya tu ausencia saber que NO! ¡NO ESTAS! En mi vida, No estás en mi vida, ¡Clarito! No estás en mi vida, -lo remarcó tanto, que pensé si no estaría aún convenciéndose de ellos-  A veces el vallenato es un poquito fuerte, ¡pero eso es lo lindo!  y me gusta que un sentimiento de estos se pueda convertir en un poema sincero, ahí no hay tapujos, ahí la mujer sinceramente narra un sentimiento que se acabó, sepultado, es como cuando a ti se te mancha una tela, le echas un poquito de cloro y se quita.

– Jajajaja pobre hombre, esa mancha era fácil de quitar, no era de mamón!! Nos reímos.

¡Exactamente, que ejemplo tan bueno ese! Esa canción tiene bastantes años y aún se canta, la canta el joven, el viejo y el niño, al que le gusta la música parrandera y la música exquisita, en fin…

– Es que es hermosa, es una canción que tiene letra, tiene melodía, tiene esa cadencia.  Una cosa me gusta reconocer y es esto, en el momento en el que compuse Sombra Perdidas, estaba yo anticipándome y haciendo parte de la evolución del vallenato romántico, yo me anticipé mucho al tiempo, a lo que venía, pero tiene su escénica del sentir del vallenato, o sea tú la escuchas y no vas a decir este es un merecumbé, ¡es un vallenato!

– Si seño! ¡Ese es un clásico! ¡Imperdible además! No hay antología vallenata donde no esté sombra perdida. Dije.

– Si si es un clásico, pero él se posiciona, a pesar del momento en que se compuso, en un vallenato de avanzada y además con un corte internacional.

– Si claro por eso tantas versiones! Dije yo.

– Tantísimas!! ¡Y en tantos ritmos!!

Ahora solo quiero transcribir esa entrevista con Rita que, sin añadir más, es una cosa bella. ¡Aunque ahora quisiera que las letras escritas tengan sonido! Es que Rita habla con un dramatismo, con un canta’ito, con unos alargues que hacen sus frases más poéticas, al oirlas, solo espero que imagines una voz dulce, muy dulce, que hace uso de todos los matices para darle significado a cada palabra, ella habla como si estuviese componiendo una canción, por eso, no solo dice cosas bonitas, ¡sino que las dice bonito!

– Noralma, parece que es algo con el alma, siento una conexión espiritual a tu nombre.

– ¡Pero que ventaja tengo, al tener este nombre!! Pensé, en voz alta. Y quise saber cómo se sentía, para es muy importante, que todo esté a punto, para sacar lo mejor de las conversaciones.

Estoy muy bien, sobre todo este momento en que mira que   receptiva porque mira, hoy la naturaleza me ha regalado un día hermoso, más fresco, nublado con un poquito de aroma de agua que todavía quedó como vestigio de la noche húmeda, todas esas cosas son enriquecedoras para mí espíritu y bueno cuando se dan estás circunstancias yo como que fluyo,  entonces te toco un momento bonito! Dijo como si estuviese cantando cada frase.  Te estuve leyendo, un poco, perqué a veces tengo muchos compromisos, le pido al tiempo que me regale un poco más de tiempo, porque se me escapa, se me escapa mucho el tiempo.

– Que la ocupa tanto?

Por mi parte laboral como presidente de SAYCO, es una misión muy linda, he logrado, gracias a mi Dios, llevarla bien, en esta sociedad machista, de muy pocas mujeres, para mí ha sido de mucha satisfacción haber sido elegida por varones, por primera vez que SAYCO tiene una presidenta mujer.

– Y es que naciste para ser pionera. Interrumpí.

– Parece

– En cuántas cosas ha sido pionera

Si supiera Noralma que nunca me doy cuenta, a veces ustedes los de los medios que me hacen entrar en razón, a comprender, pero yo ni cuenta me doy.  Lo bonito es eso, como van saliendo las cosas.  Cuando tú tienes una conexión con ese Divino Maestro, todo en la vida te llega en una forma mágica, con una fluidez, con una ternura, con una dulzura que yo, yo me quedo espantada de la grandeza de mi Dios conmigo.

– Siempre has tenido esa conexión con Dios?

– Esa soy yo, Noralma, desde chiquitica. No soy mujer de estar yendo a la iglesia, aquí a una cuadra está una iglesia y casi nunca la visito.   Mi iglesia hermosa, ¿sabes cuál es? La gratitud en que permanezco, es una sensación permanente de gratitud y eso me encanta, me encanta porque eso me da plenitud de vivir y de multiplicar lo que Él me ha dado. Dice Rita mirando al cielo con brazos abiertos, porque además habla con todo su cuerpo.   Componer por ejemplo es un don divino, por eso regalo mis canciones para que todos las puedan oír.

¿A qué edad empezaste a componer?

Recuerdo que estando pequeñita unos casi 5 añitos cante un verso con melodía, un verso en su sentido estricto solo decía:  Adiós tarzancito, adiós dealma… Eso me brotó así, fue como el primer brote de canción, pero yo no era consciente, que iba a saber yo a los 5 años que era el alma y menos tenía consciencia de que era un verso cantado, eso me brotó así, enterrando a un perrito que amábamos mucho mis hermanos y yo, y yo digo que fue mi primera canción.  Ya consciente compuse una melodía sin letra le llamé Romance Vallenato, era sólo una melodía, la hice en piano y mi primo Alonso Fernández Oñate un día que llegó a mi casa, se la di a escuchar, y le dije esa canción se llama Romance Vallenato, ¿y la letra? Me preguntó y le dije, no tiene letra es así.  y él le compuso la letra https://getsnap.link/BsCo68VB6nj?share_arg3=com.whatsapp

Ya después me fui liberando me fui abriendo al mundo de melodías, compuse unos dos vals que los perdí, porque después no me acordé. Después compuse Amor Y Pena, después compuse Reflejos De Amor

Bueno, Cuando aparezco con las universitarias, la primera agrupación femenina del vallenato, que conformé con mis compañeras de estudio, yo ya traje canciones mías, estás que te digo.

Cada canción es un dar a luz… comenté

Para mí cada canción tiene una razón, a veces tengo la musa fresca, que parece que fuera el mismo momento el que las inspira.  Mi vida es sumamente emotiva y en esos momentos de emotividad nace una canción y ahorita cuando me disponía a iniciar esta charla siento que dé va moliendo el tiempo, siento que mis compromisos me roban el tiempo, mi tiempo tan mío.

– ¿Cuantas canciones, Rita?

– No las cuento, yo me sorprendo que hay personas que dicen que Ochocientas, que más de mil

– Y la realidad son cuantas?

-Yo creo que paso de 100 porque compongo también canciones para niños, hice una producción:  Rita Fernández Canta A Los Niños cada canción la hice en diferentes ritmos, hasta vallenato, pero con melodías muy ingenuas. La hice para la gobernación del César, para repartirlo en las escuelas, para despertar en los niños el sentimiento de la música. Muy llenos de color, luz e imaginación. Hay un canal que se llama Corazón De Fantasía y ahí encuentras Una Nube, La Morrocolla,  Y hay otra de navidad, creo que se llama Ya Llegó Diciembre, algo así. Lo dice y me promete entregarme ese trabajo para los niños de La Peña.

– Rita muchos bebieron de la fuente de los juglares, pero tú siendo mujer no creo que anduviera de parranda en parranda y para tu tiempo las mujeres y la música vallenata no compaginan, como se dio, ese maridaje?

Yo siempre sentí esa fuente natural inspiradora, motivadora y llegué al mundo con ese espíritu, desde pequeña cuando escuchaba música, a mí me gusta navegar en los diferentes géneros de la música universal, desde niña.  ¡Es que mis padres! Dice con un suspiro del alma.  Mi madre era pianista, una buena profesora de piano, mi madre fue hija única y cuando ella cumplió 15 años, mi abuelita le encargó al extranjero un piano de regalo, que pesa como una tonelada, aquí lo tengo.   Mi madre me sentó al piano a los 4 años de edad y yo combinaba las clases con el juego, entonces yo estaba jugando y mi mamá me llamaba, ven Ritica (me decían Ritica) ven ven a la clase de piano, entonces yo llegaba con mi muñeca y la colocaba sobre el teclado. Mi mamá me decía bueno Ritica, o la muñeca o el piano, ¡vamos a ver! Me tocaba sí o sí. Así comencé.   Mi padre conoció a mi madre por la música, él era un Industrial, a él le cantaba la música, tocaba el triple, la guitarra, la bandola , pero mi papá era de Sanjuán del Cesar, de apellidos Fernández Daza, Antonio María y mi mamá María del Socorro Padilla de Fernández con ancestros guajiros por el lado de los Padilla.  Mi papá se vino a vivir a Santa Marta cuando mi abuelita enviudó, mi papá desde muy niño se fue a Barranquilla a estudiar, se volvió muy samario.

– No Rita, ¡tú no tenías otra opción!!

-Nooo no la tenía, yo vine al mundo fue a eso, a hacer música.   En mi casa el ambiente musical era total y de música muy agradable muy selecta, porque mi papa y mi mamá tuvieron un gusto musical exquisito, eso lo puedo decir con orgullo, con gratitud, porque mis oídos se acostumbraron a escuchar melodías hermosas.

– Y cómo es que tú sales componiendo Vallenatos

– Bueno mis vallenatos son bastante clásicos, no son folclóricos autóctonos, no. Es diferente.  Yo soy Samaria, nací y creci en santa Marta, me enamoré de esta tierra porque tuve muchas amistades en el colegio de Iban de acá de Valledupar, de San Juan, de Villa Nueva, de Fonseca, iban a estudiar allá y entonces en los recreos esas niñas cantaban: Mírame fijamente hasta cargarme, mírame con amor o con enojo… Me encantaba…  A mi papá no le gustaba, como el salió tan joven de estas tierras, el no saboreo el vallenato, cuando me escuchaba mi pasión por la música vallenata me decía: “Pero como vas a abandonar tú la academia de la música por ese vallenato, esa es una música muy fea. Me decía, ¿tu cómo vas a desencantar así a tu mamá ah? ¿Esa música es horrorosa, que te pasa a ti con esa música tan refea??  Imagínate tú, yo escuchaba en el radio a Alfredo Gutiérrez, a Alejandro Durán, pero a escondida, porque no era la música que en mi casa se escuchaba, no era acogida en mi casa

– Y cuando oyeron vallenato? ¿Cuándo grabaste?

No. Es lo me dieron permiso para venir de vacaciones y yo les contaba que me dieron serenata con acordeón y mi papá decía, que insulto ese, serenata con acordeón, a mi papá le gustaba era la bandola, la guitarra, que contraste!!  hoy en día no es nada, en ese tiempo era serio.   Bueno fíjate esa parte importante, la de la conquista, yo a la cumbia no le paré bolas, escuché de Niña música de diferentes lugares del mundo y me apasionaba la música cubana, la música clásica de grandes compositores europeos, eso me encantaba, pero encontré en las canciones vallenatas un sentimiento profundo, comencé a encontrar en esas canciones provincianas un lamento,  fluía algo muy puro, una pureza, una sinceridad, eso me llamo mucho la atención. Por ejemplo cuando escuché por primera vez, esas canciones que me fue apasionado de este vallenato:  Tengo un chevrolito que compré pa’ i a Mariacabo a conocé, ese final: conocé tan sabroso, que no lo encuentro en ninguna otra música, y que me dices de:  Ay es que me duele, ay es que me duele, ay es que duele válgame Dio, 039, 039, 039 se la llevó, eso me jalaba, me jalonaba ese sentimiento que yo no encontraba en otros ritmos, yo sentía que eso bajaba como de la montaña, yo sentía que venía de un lugar muy lejano, de un lugar donde tal vez la civilización era precaria, eso contrastaba! y encontraba el porqué, mi padre tan culto no quería que yo me salpicara de esa música, pero yo sentía que era delicioso escuchar eos, yo sentía que eso era muy puro, que no había pasado por filtro de academia ni de nada, yo sentía que eso era libertad, eso era espontaneidad y ya yo traía un espíritu y un alma sumamente libre, yo dije:  No,  yo renuncio a todo esto de la academia, lo mío es esto otro! Y no hubo vuelta atrás.

– Que pasó con tus padres?

Cuando ya mi padre me ve tan encantada con este género, que me voy cada  festival vallenato, que invito a unas compañeras a formar una agrupación vallenata, cuando ya el vio que estábamos ensayando porque todo fue mágico, todo fue como caído del cielo, todo llegó así como por arte de magia, porque encontramos quien nos dirigiera los ensayos, Orlando Sarmiento que  llevaba la percusión, yo canta a y tocaba acordeón piano, otra niña era cantante de origen de Riohacha, Carmen Mejía Barros, ella murió. Yo no sé cómo llegó a nosotras Olguita Mer especialista del glamour y nos prepara a para las presentaciones. Yo de atrevida las invitaba a ensayar allá en la casa y papá ya vió a Olguita Mer, a Hernando Sarmiento, como que le vió fuerza a la cosa, que ya tenía forma, ahí sucedió el gran milagro mi papá entendió que esto era lo que me apasionaba y decidió apoyarnos, ahí nacieron las universitarias.

Otra vez Rita cómo precursora, adelantada en los tiempos, trayendo al escenario a la primera agrupación vallenata femenina.

– Cuantos años tenías Rita

Yo no he podido enmarcar, como que encerrar en fechas el tiempo, para mí el tiempo va y viene, hay una frase mía, que me encanta: Las fechas cuartan la libertad del tiempo. No sé si tenía 18, 19 o iba para 20, solo sé que éramos felices, que estábamos emocionadas, contentas porque teníamos la oferta para ganar y eso era como Silvestre Dangond, o Carlos vives hoy, eso era apoteósico.   Grabé dos discos más con Ceci Meza, hace unos años saque dos producciones y ahora acabo de sacar mi última producción con 7 canciones nuevas, en las que yo canto, ¡tocó el piano y el acordeón piano y un conjunto vallenato que me armé, muy bue no! Es la que escuchábamos ayer que me acompañaste a cantar, como si te las dictarán del cielo.  – Siii fue mágico!! Rita en ese caso, si el tiempo y su no llevan fechas, tampoco sabes cuál es tu edad?

¡Yo no soy una Moda, yo soy una eternidad!!  Yo digo ¿cuándo se va a acabar el himno de Valledupar?, eso estará hasta la eternidad. A ni no me gusta nada que tenga que ver con fechas, porque, el tiempo es infinito, lo que hay es que disfrutarlo

Rita eres un icono, un referente, maestra en la música vallenata, te le metiste al rancho a los hombres

Aquí hay bastante machismo, Yo me río de eso, ellos me quieren y yo a ellos, pero ellos creen que el vallenato es solamente para ellos. ¡Nos reímos!   …Pero se tienen que poner de pie cuando escuchan el himno de Valledupar, lo quieran o no.  compuesto por una mujer, en una comarca tan machista, yo digo que eso es como una lección para ellos. Nos reímos otra vez…

– Yo creo que esta crónica te va a quedar muy linda. Me dijo con esa cara de niña traviesa y esa ternura infinita que destila en cada frase que sale de su corazón.

– Yo creo que no tendré que esforzarme, solo trascribo y ya. Dije convencida de tener en cada una de sus palabras un tesoro poético, literario, que no necesitaban más que dejarlas aquí, para ustedes.

Lo demás que vivimos es un regalo de la vida para ambas. Porque como dijo Rita, ¡nos lo merecemos!

Noralma Peralta Mendoza

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