DIPLOMACIA ÉTNICA: LA VOZ QUE EL FORO NO ESCUCHÓ

El Foro Mundial de Migración en Riohacha cerró con discursos, cifras y promesas. Y sin embargo, en medio de tanta palabra global, hubo un silencio que pesó más que cualquier ausencia: la voz del pueblo wayuu.

El pueblo indígena binacional más grande de América Latina, con presencia en Colombia y Venezuela, no fue protagonista en un debate que les concierne profundamente. Si hay un pueblo que vive, sufre y resiste las migraciones cotidianas, son los wayuu. Migran buscando agua, comida, servicios básicos, huyendo del abandono, cruzando una frontera que para ellos nunca fue frontera, sino territorio ancestral.

Que en Riohacha capital guajira, corazón del territorio wayuu se celebre un foro mundial de migración sin que los wayuu sean el centro, es un error histórico. Porque aquí no hablamos de estadísticas abstractas, sino de la experiencia viva de un pueblo que desde hace siglos negocia, dialoga y teje redes a través del Caribe.

La gran oportunidad que perdimos fue no activar desde este foro una idea transformadora: la Diplomacia Étnica Wayuu. Una red binacional, política, académica y cultural, que represente al pueblo wayuu en escenarios internacionales de migración, derechos humanos y cooperación transfronteriza. Que permita que sean ellos, con su voz, quienes hablen al mundo. Que no sean vistos como receptores pasivos de ayuda, sino como actores geopolíticos legítimos.

Imaginemos lo que significaría para Colombia y Venezuela reconocer a los wayuu como interlocutores en las mesas internacionales de migración. Imaginemos que Riohacha, en lugar de ser la ciudad que organiza un foro para otros, sea la ciudad que abre al mundo la voz de su pueblo originario.

Este foro pudo ser el punto de partida de algo más grande: que Riohacha no solo hable por los migrantes, sino con los migrantes. Que los wayuu, con su cosmovisión de resistencia y su capacidad diplomática histórica, enseñen al mundo cómo se construye identidad en medio del caos migratorio.

La diplomacia étnica no es romanticismo. Es estrategia. Es reconocer que en un planeta atravesado por migraciones masivas, las comunidades que llevan siglos moviéndose con dignidad tienen mucho que enseñar.

Riohacha brilló al recibir el mundo, sí con más de 1.500 participantes de 71 Estados, 118 representantes de sociedad civil, 90 representantes de organismos internacionales y una agenda de 6 paneles de expertos, 21 eventos paralelos, 6 mesas redondas y 5 diálogos. Pero su verdadero resplandor se encenderá el día en que el mundo venga aquí no solo a hablar, sino a escuchar a los wayuu.

Porque hoy este foro, pese a su magnitud, todavía suena como un eco incompleto si detrás del micrófono no hay una palabra genuina del pueblo indígena más grande de Colombia. Los wayuu representan aproximadamente una tercera parte de la población indígena del país, con cifras que superan los 380.000 personas en Colombia, principalmente concentradas en La Guajira. Ellos viven, migran, resisten y construyen cruces fronterizos sin la emoción de los reflectores internacionales.

Escuchar a los wayuu no sería un gesto simbólico, sería un cambio de paradigma real: reconocería su condición ancestral como interlocutores legítimos al abordar la migración, no como víctimas o espectadores, sino como geo-políticos de una frontera viviente. La diplomacia étnica wayuu no busca aplausos, sino dignidad; no acta final, sino apertura. Su palabra tejida desde la oralidad, los clanes y la palabra del “palabrero” tiene el poder de transformar discursos en comprensión, y políticas en acuerdos con alma.

 

Juana Cordero Moscote 

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5 comentarios de “DIPLOMACIA ÉTNICA: LA VOZ QUE EL FORO NO ESCUCHÓ

  1. Maria Curiel Gomez dice:

    Ya es una oportunidad pasada, como una puerta que no se tocó para abrir alternativas. Los wayuu migrantes por tradición y por necesidad. Nuevas oportunidades vendrán

  2. Rebeca epiayu dice:

    Sería bueno escuchar a las autoridades indígenas para ver q opinan sobre ésto ésto sería una oportunidad única y cambiaria la historia colombiana de los wayúu

  3. Janer Danies Garcia dice:

    Definitivamente este escenario hubiese sido una gran oportunidad para nuestra cultura wayuu, desafortunadamente no estuvo un gran gestor dentro de los organizadores de este foro; tal como lo dice su escrito con referencia a la palabra del Palabrero hubiese sido muy fructífera dentro de este foro

  4. Wayúu dice:

    Envidia? El wayúu no es un migrante, tiene sus tierras y se les respeta, migrante es aquel que sale de su país de su tierra a crear una nueva vida, que estás ardida porque todo tienen que ser los wayúu? Que querían más plata a parte de las que les da el gobierno para mantener a los pelaitos que paren como locos sin control y trancan vías para pedir plata porque no saben hacer otra cosa que detener el progreso? Jajajaj me da pena leer este artículo lleno de envidia queriendo poner a nivel mundial al wayúu como el primer migrante internacional, cuando solo ocupan parte del territorio de la guajira y una porción de Venezuela, no son migrantes! Jamás han salido de su territorio, migrantes son los mexicanos, los cubanos, los europeos, incluso hasta los coreanos que han abandonado sus tierras por un futuro, vaya a mandar cascara a otro lado niña aprenda a entender que el protagonismo no son un solo pueblo que solo sirve para pedir plata (palabreros solo buscan plata o guerra) más nada y hasta venden a las niñas y a las mujeres eso no es migrar es negocio y siempre se llamará así cuando cambian una niña por una vaca eso no es cultura es animalismo es prehistoria, es vender un alma por una vaca para ir a complacer deseos sexuales de un hombre que se cree dueño de todo por dar una vaca por una niña infantil para violarla, eso querías que el mundo se enterara? Porque que van los wayúu a aportar? Trancan la vía del tren por plata, trancan las carreteras por plata, todo lo quieren gratis por » lo ancestral» no señor, revolcándose en la tumba están nuestros ancestros al ver la porquería de pueblo que se ha convertido el legado wayúu

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