La Organización Mundial de la Salud estima que en América Latina el 5 % de la población adulta en edad productiva sufre algún tipo de depresión.
Las afectaciones a la salud mental que dejará la pandemia por covid-19 se seguirán viendo en por lo menos una década y el estigma que existe en torno a estas enfermedades seguirá complicando el diagnóstico y tratamiento, según la OMS.
” En la próxima década se seguirán atendiendo las consecuencias de la salud mental en la población que vive en el contexto de la pandemia actualmente”, dijo a Efe el neuropsiquiatra Edilberto Peña.
El pasado 13 de enero se conmemoro el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, que se denomina una enfermedad compleja, crónica y recurrente que afecta a más de 280 millones de personas a nivel mundial.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en América Latina el 5 % de la población adulta en edad productiva sufre algún tipo de depresión. Este padecimiento se ha visibilizado como nunca por la pandemia por covid-19, debido a que se ha incrementado hasta en 20 % su incidencia en algunos países.
” La ansiedad también se ha incrementado en 50 %; mientras que el intento de suicidio hasta en 40 %”
De acuerdo con la Asociación Psicoanalítica, desde 2020 la depresión es la principal enfermedad mental en el país y la pandemia de covid-19 acrecentó este problema.” Esto se debe no solo al confinamiento, sino a la pérdida de trabajos, de los seres queridos”.
La depresión es una enfermedad hereditaria, aunque esto ni significa que forzosamente alguien con padres depresivos tenga que desarrollar el padecimiento.
” Los hijos de padres depresivos corren dos o tres veces más riesgo de padecer depresión que aquellos hijos de padres no depresivos”.
La pandemia ha provocado que aquellos que tenían ese riesgo, debutaron con depresión en los últimos dos años, derivado de las restricciones por la emergencia sanitaria, es trascendental identificar los síntomas de la depresión.
Estos se detectan cuando las personas experimentan tristeza, irritabilidad, sensación de vacío o una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi todos los días.
Además, se presentan otros síntomas como dificultad para concentrarse, falta de energía, autoestima baja, alteraciones del sueño y fluctuaciones en el peso.
Es por ello que los expertos hicieron un llamado a hacer conciencia sobre esta enfermedad y eliminar los estigmas.
” Una persona con depresión no es débil ni perezosa; es una persona enferma. Se requiere atención médica especializada para su oportuno diagnóstico y tratamiento”.
” Ninguna persona merece vivir deprimida”.
Ana Julia Zarate Benavides