MUJER, AYUDA IDÓNEA

Se relata en Génesis 2:18 que Dios, en los tiempos de la creación, dijo que no era bueno que el hombre estuviera solo, por lo que decidió hacer una ayuda idónea para él.

Desafortunadamente el concepto de ayuda idónea ha sido tergiversado por muchas personas, tanto hombres como mujeres consideran que este va asociado a la subordinación o debilidad de la mujer frente al hombre, lo cual está lejos del diseño de la creación.

En Génesis 2, versículos 21-24, explica que Eva fue sacada del costado del hombre y Adán la llama “mujer” por ser carne de su carne y hueso de sus huesos, que el hombre dejaría a sus padres y se uniría a ella para ser un solo ser. En ese sentido, aunque seamos en género diferentes ¿por qué pensar que siendo uno, la mujer es menor al hombre? Personalmente creo que desviar lo que realmente Dios quiso decir, es una posición machista o feminista según el caso, del hombre por creer que puede someter a su mujer al considerarla menos que él; de la mujer a tenerlo como pretexto para negarse a cumplir con el diseño perfecto de Dios y su verdadero significado.

La creación de la mujer como ayuda idónea, no es solo para cumplir una función en el hogar, no quiere decir que su estatus sea de menor valor al del hombre, no es una carga, un rol o una simple tarea, hace parte de su esencia, es un verdadero privilegio, leamos el porqué.

Dios, siendo el Todopoderoso, el Alfa y el Omega, el Creador, el Gran Yo Soy, también es ayudador. En Isaías 41:10 dice, que no temamos porque Él está con nosotros, nos fortalece y ayuda; en Salmos 28:7, aprendemos que si nuestro corazón espera en Dios Él nos ayuda; en Salmo 46:1, nos indica que es nuestro pronto auxilio en las tribulaciones; en tiempos de opresión es quien ayuda (Salmo 54:4); que Él reserva su ayuda para la gente íntegra (Proverbios 2:7); que en nuestra debilidad, el Espíritu de Dios acude a ayudarnos (Romanos 8:26), y así hay innumerables versículos que muestran al Señor como el ayudador.

En tal sentido, el diseño de la mujer como ayuda idónea no es algo insignificante, como leemos en Las Escrituras, denota fortaleza. Así pues, debemos comprender que estamos llamadas apoyar al hombre, a facilitarle su tarea como esposo, padre, profesional y persona, a defenderlo, sustentarlo, socorrerlo, consolarlo, auxiliarlo, fortalecerlo y a hacer toda acción que implique ayuda; eso no nos hace débiles, al contrario, se nos ha dado tal responsabilidad porque somos fuertes.

Mujer, si Dios te creó es porque eres necesaria. Hombre, si Dios creó a la mujer, es porque la necesitas. En el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer, porque, así como la mujer procede del hombre, también el hombre (nace) de la mujer… (1 Corintios 11:11-12).

Que Dios haya creado al hombre como autoridad y a la mujer como ayuda no implica que el hombre sea superior, porque hombre y mujer fueron creados a su imagen y semejanza (Génesis 1:27), lo hizo así para facilitarnos la forma de trabajar juntos, para complementarnos. La autoridad del hombre y la ayuda de la mujer no deben destruir la unidad del matrimonio sino fortalecerla para glorificar a Dios.

Jennifer Caicedo

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