¿NOS SUBASTAN?

Siempre he sido un hombre orgulloso de mis raíces, donde llego manifiesto con total convicción de que soy Barranquero, y a mucha gente le llama la atención la forma tan contundente como lleno de adjetivos positivos a mi pueblo, pues estoy convencido de que a pesar de las dificultades es un excelente vividero, mis allegados me han dicho de que siempre miro el vaso medio lleno y la verdad es que si, lo confieso, seré hasta el final de mis días un enamorado empedernido de mi tierra natal. 

Pero hay un tema que realmente me avergüenza, independientemente de que no sea un problema exclusivo de Barrancas, cuando me preguntan sobre las campañas políticas me toca llenarme de valor civil para aceptar que hace mucho tiempo perdimos la coherencia, esas personas a las que uno le relata como se desarrollan las contiendas electorales en mi tierra, sienten que son historias inverosímiles, y la verdad es que lo parecen, es completamente inaudito que para regir el destino de 38 mil personas se necesiten invertir más de 6 mil millones pesos en una campaña de 5 meses, y es que sin dudas se perdió la vergüenza, normalizamos que el primer cuestionamiento democrático de un ciudadano que se postula para ser elegido alcalde es: ¿y será que si tiene la plata?, acá no valen los idéales, las convicciones, la visión de desarrollo continuo y sostenible para el pueblo, es más, acá hasta carece de importancia los antecedentes como profesional, no importa si no tiene experiencia laboral en la administración pública o si se ha pasado parte de su vida entre casinos y conciertos musicales, acá lo que importa que se tenga la plata, si estás leyendo bien, LA PLATA, y es ahí donde todo comienza a convertirse en un negocio, los candidatos no gastan su tiempo en diagnósticos para conocer los diferentes sectores, es que ni una matriz DOFA hacen para tener claro como convencer a sus futuros votantes que son realmente la mejor opción. 

Y bueno, teniendo en cuenta la supuesta dinámica” de la política local, tienen toda la razón, ya que la intención del voto se lo terminan comprando 4 veces a la gran mayoría de los ciudadanos. Primero en la etapa de precampaña, matrículas, créditos hipotecarios, cirugías de alta complejidad y hasta sepelios llegan a cubrir estos precandidatos, meses más adelante iniciando la campaña nuevamente un billete para “convencer” supuestamente al bloque familiar, luego cerca de las elecciones otro billete largo para que no se vayan con tu opositor de turno, y finalmente el día del debate esos mismos a los que les compraste las conciencia 3 veces, están haciendo la fila para nuevamente vender el voto al mejor postor. No importa si es el indicado o no, no importa si tiene al menos un plan de gobierno o no, no importa si sabe lo que necesita el pueblo o no, lo que importa es que les esta llenando el estomago. Entonces, ¿para que preparación?, ¿para que liderazgo?, ¿para que visualizar soluciones a las problemáticas de la comunidad?, si lo que necesitas es tener más poder adquisitivo que tu contrincante político para de esta manera ganar la subasta donde rematan quien rige el destino de todo el pueblo. 

Los expertos han denominado este tipo de proselitismo como una política de estómago, y no precisamente porque comprando el voto matan el hambre, si no por el estómago vacío de muchísima gente durante los próximos 4 años, los mandatarios llegan a sus cargos con la única obligación de recuperar y triplicar su inversión económica. Vemos como en pleno mandato comienzan los análisis de sectores y no precisamente para buscar el mejoramiento de la calidad de vida, si no para tener claridad de cuales son los proyectos que más dejan utilidades y así poder cumplir con la meta de saldar los compromisos económicos, si el pueblo tuvo la fortuna de salir premiado con la ejecución de un proyecto que realmente necesitaba, es por una bienaventurada casualidad. 

Estoy convencido de que son muchas las veces en que han escuchado que tenemos los gobernantes que nos merecemos y eso es una realidad, por eso son pocos los ciudadanos con el valor civil de participar en la construcción de nuestro sociedad, vemos el conformismo generalizado con este sistema que particularmente para mi lo catalogo como un cancer, pues cada día es común que nuestras expectativas están más alejadas de la realidad, que el sentido de pertenencia de muchos realmente sea efímero y que hasta las ganas de residir en nuestra tierra sean fugaces.

Se que este escrito pisara muchos callos, coterráneos que miran este sistema como la coyuntura perfecta para acceder al enriquecimiento y al tan anhelado poder gubernamental, pero también estoy seguro que somos más los que aborrecemos este círculo vicioso que consume nuestra prosperidad social. Es el momento para entender que este sistema sin la GENTE tiende a desaparecer, que somos la PIEDRA ANGULAR y que sin nosotros no pueden cerrar el círculo. Tenemos en nuestro poder de la verdadera transformación y esta va de la mano de evolución en el criterio político, acabemos con la indiferencia por creer que una persona solucionara nuestras problemáticas, somos todos juntos los que podemos abanderar el verdadero horizonte de consolidación económica para el futuro de nuestros hijos, “YA BASTA DE QUE NOS SUBASTEN” 

 

José Ramiro Celedon Ucros / JRCU

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