Entre 1988 y 1990 en Barrancas La Guajira, en cabeza del Doctor José Vicente Berardinelly, Alcalde de ese periodo administrativo, el municipio construyó su red o sistema eléctrico municipal, que comprende el casco urbano del municipio y sus corregimientos, incluyendo en ese entonces ya que pertenecía a Barrancas, el hoy segregado municipio de Hatonuevo. Este mencionado proyecto contemplaba todos los postes, líneas eléctrica de alta y baja tensión, transformadores, lámparas luminarias para el alumbrado público y dos subestaciones de energía; esta obra nos brindaba en ese entonces a los residentes de este municipio, la oportunidad de tener la más moderna y completa infraestructura eléctrica y ser independientes a la hora actuar, con prontitud en caso de un daño o emergencia frente a la Electrificadora de la Guajira quien era el operador y dueño de la antigua y todas las demás infraestructuras eléctricas del departamento.
Para 1998 las ocho electrificadoras regionales de los siete departamentos, por mandato y negociación del Señor presidente Andrés Pastrana Arango terminaron siendo adquiridas por la Unión Fenosa o Electricaribe, pero eso no ocurrió en su totalidad, pues en la negociación la extinta Electroguajira no podía negociar un activo que no era de su propiedad y ese era el caso de la infraestructura eléctrica del municipio.
Después de años de sufrimiento con esta empresa, con mucho agrado los costeños recibimos la noticia de que Electricaribe se iba, pero esa noticia resultó ser un engaño, como es de difícil pensar que una empresa, se pueda ir de una región sin que sus activos le sean comprados y esto último no sucedió, Electricaribe es el dueño de la infraestructura eléctrica de los municipios de la costa a excepción de Barrancas.
Dada esta situación, el municipio de Barrancas ha vivido y vive una relación diferente a la mayoría de los municipios de Colombia y es posible que sea el único, pues tiene el privilegio de ser dueño de su infraestructura lo que le brinda la posibilidad de cobrar un arrendamiento por el uso de dicho bien y a su vez le proporciona la tranquilidad a sus habitantes de que sus instituciones públicas tales como parques hogares infantiles, colegios, la iglesia y otros sitios de gran interés funcionen sin preocuparse por la factura y el inminente corte de energía por parte de la empresa que opera el servicio, ya que ésta hace un cruce de cuentas con el municipio, dicho cruce a lo largo de los años termina siendo favorable a nosotros, además el ser dueños, blinda de alguna manera a nuestros ciudadanos de muchos más abusos, tales como extender los tiempos en resolver una falla dentro de los barrios.
Con el pasar de los años, la poca inversión y mantenimiento en el bien, nuestro preciado activo, se fue quedando rezagado y obsoleto tecnológicamente, lo que fue debilitando la calidad del servicio, causando malestar general en la población y pasivos para las administraciones municipales de turno, pero casi en todas las administraciones, nunca faltó una propuesta económica de compra por parte de la empresa prestadora del servicio.
A pesar de todo los inconvenientes que se suscitaron a lo largo de las diferentes administraciones municipales, esta infraestructura siempre género dividendos económicos y hasta políticos en algunos casos, pero hoy los barranqueros nos encontramos, 30 años después con una muy importante inversión municipal ,de más de dieciocho mil millones de pesos, en la pasada administración en cabeza de Jorge Cerchiaro Figueroa Alcalde de esta municipalidad, que moderniza y repotencia dejando con los más avanzados estándares de calidad la infraestructura pública, quedando en el pasado inconvenientes recurrentes, tales como, caídas de líneas, fluctuaciones de voltaje , riesgos por el mal estado de los postes, sobrecarga en transformadores y nulidad del servicio de alumbrado público, disminuyendo significativamente los gastos por reparaciones y servicios que le corresponden al municipio.
Después de haberles hecho este breve resumen histórico de la infraestructura eléctrica municipal , no quiero terminar este escrito sin manifestar que este es el único activo del municipio que genera ingresos, que ninguna empresa pagaría lo que este vale, nadie lo ofreció antes y nadie los pagará ahora, que gracias a Dios por ninguna cabeza, por más incapaz que sea pasara la idea de ponerlo en venta, pues hacerlo lo no corresponde a una necesidad, pero si seria a intereses particulares de apropiación de recursos y/o usos politiqueros, nadie en su sano juicio vende lo que produce.
Este activo es nuestra joya, es nuestro orgullo y es de TODOS.
Eduardo Freyle